jueves, 27 de noviembre de 2008

Turismo Arqueológico - Kuelap

RUINAS

Las ruinas de Kuélap, que se encuentran a 3 000 msnm, se caracterizan por su condición monumental. Están constituidas por una gran plataforma orientada de sur a norte, que se asienta sobre la cresta de una roca calcárea y cuya construcción debió demandar esfuerzos físicos de grandes proporciones. La plataforma se extiende a lo largo por casi 600 m y sus muros se elevan hasta los 19 m.

Sobre la plataforma se levantan, arrinconados, un segundo y tercer andenes. Por su extensión, estas elevaciones planas soportan alrededor de 400 construcciones, en su gran mayoría cilíndricas; de la mayoría de éstas sólo quedan las bases.

En algunos casos, éstas presentan paredes ornamentadas con frisos de contenido simbólico que, por lo general, parecen evocar ojos y aves que toman la forma de una V en cadena. Entre las muchas construcciones presentes en Kuélap tres son las estructuras que más destacan: El Tintero, La Atalaya y El Castillo.

El Tintero está situado en el extremo sur del gran andén y se caracteriza por ser un torreón circular en forma de cono invertido, verdadero desafío a las leyes de gravedad. La Atalaya, conformada también por un torreón, se ubica en el extremo norte de Kuélap. El Castillo, por su parte, es una construcción presente en el sector más conspicuo de Kuélap y destaca sobre el andén superior.

La ascensión a la primera plataforma era ejercida por dos portadas, ambas ubicadas en la fachada oeste o principal; una tercera, situada hacia el costado de un despeñadero que da al Oeste, más que entrada debió de ser "salida" al precipicio y por eso fungir de acceso a un lugar de sacrificios
La portada mejor conservada y probablemente la principal, se ubica en el lado sur del frontispicio que da al oeste.

Alcanza, en su base, 3 m de ancho y sus jambas se angostan al elevarse por unos 10 m. Para la ascensión a la plataforma ya citada, esta portada necesariamente caía en el "andén", cortándolo cual si se hubiera retirado un pedazo de una torta; acaso simbolice una inmensa vulva.

Al internarse, la entrada da paso a un pasaje que va ascendiendo en forma de una rampa flanqueada por paredes que le confieren el aspecto de un "callejón".

Este va angostándose hasta permitir en su tramo final el paso de una persona, por algo así como un angosto túnel, al que se llega luego de un recorrido de 20 m en que la rampa alcanza el piso de la primera plataforma.

Aunque en el sector de la entrada las jambas terminan casi tocándose en su extremo superior, las paredes que flanquean el pasaje convierten a éste en una especie de "callejón" sin techo, inclinándose hacia el interior a medida que van elevándose.

Considerando su carácter monumental, es indudable que en el pasado de la cultura chachapoya(s) Kuélap debió desempeñar un papel protagónico.

Es evidente que se trata de un monumento anterior al Incario. En efecto, la arquitectura de Kuélap es, en términos generales, la misma que dominó y caracteriza el área cultural de los chachapoya(s).

Lo que no ha sido posible precisar hasta ahora es en qué momento del largo proceso de desarrollo de la cultura chachapoyas, cuyos inicios podrían remontarse al siglo viii d. C., fue levantado el monumento de Kuélap. Asimismo se desconoce el tiempo que perduró su florecimiento y cuándo y por qué motivo fue abandonada.

Hay otros aspectos que no han podido ser dilucidados: la hazaña que demandó una construcción ciclópea como Kuélap y la habilidad de los ingenieros que supieron dotarla de un sofisticado sistema de drenaje del agua de las lluvias. En la actualidad, por estar obstruidos sus ductos, se ha ido hinchando el monumento.

Al dilatarse de este modo la gran plataforma, las piedras de las murallas que la revisten van desprendiéndose.

Tampoco ha quedado aclarado cómo se llevaba a cabo el suministro de agua; tal vez si algunos de los recintos carentes de acceso, hayan servido de reservorios. Los demás, en su gran mayoría, debieron ser almacenes de alimentos a manera de los tambos incaicos, conformando un conglomerado considerable de graneros.


LA FORTALEZA

En cuanto a la función que cupo a Kuélap, también se carece de una respuesta del todo satisfactoria. Popularmente es calificada de "fortaleza", por su ubicación y por los altos muros que sostienen su plataforma principal. Adolf Bandelier y especialmente Louis Langlois trataron de demostrar que Kuélap, más que fortaleza habría podido ser un lugar fortificado destinado a servir de refugio a la población en casos de emergencia.


Le atribuyeron, probablemente por analogía, el mismo destino que desempeñaban los burgos medievales europeos.

Los altos muros que enchapan la plataforma y la estrechez del acceso a la ciudadela en su tramo final, sugieren, en efecto, que el monumento de Kuélap pudo construirse con miras a ofrecer carácter defensivo, o que por lo menos debió ser sitio protegido de intrusos. Pero esta posibilidad no necesariamente anula otras, acaso de mayor trascendencia.


Así, tomando en cuenta la función desempeñada por la arquitectura monumental en el pasado arqueológico peruano en general, la misma que estuvo relacionada a las necesidades socioeconómicas motivadas por el medio, puede concluirse que Kuélap pudo básicamente ser un santuario preincaico, en el que residía una poderosa aristocracia cuya misión primaria era administrar la producción de los alimentos, recurriendo para ello al mando como a prácticas mágicas, a fin de contar con la colaboración de los poderes sobrenaturales que gobernaban los fenómenos atmosféricos y que hacían llover en exceso o azotaban con sequías haciendo peligrar la existencia.


En fecha reciente fueron hallados, de forma casual diversos mausoleos a orillas de una laguna bautizada "Laguna de las Momias" y situada en un paraje inaccesible y deshabitado del distrito de Leimebamba, provincia de Chachapoyas.

La primera expedición exploratoria integrada por arqueólogos fue dirigida por Federico Kauffmann Doig, en mayo-junio de 1997. Los cinco mausoleos, protegidos por una gruta que presenta pinturas rupestres, estaban repletos de fardos funerarios, objetos de cerámica, quipus, etc., atribuibles a la cultura chachapoyas.


Las tumbas comenzaron a ser saqueadas por ganaderos que las avistaron al rondar el área de la laguna.

Al comprobar que las momias no presentaban joyas u otros adornos de metales preciosos desistieron de depredarías todas; así, se ha salvado del saqueo una treintena de fardos funerarios. Tal descubrimiento permitirá que los arqueólogos prosigan sus trabajos para establecer nuevas bases de conocimiento.


Esta y otras noticias, que además podrás ver y escuchar
estan disponibles en Zoomperu.tv, un canal de televisión
por Internet.


Zoomperu.tv
trae una programación divertida e interesante.

No hay comentarios: